Soy de las personas que tienen la mala costumbre de requerir revalidar sus ideas a través de constantes debates y documentarse con las diferentes posturas. Digo "mala costumbre" porque hoy conocí al amigo de una amiga y en el diálogo, en el que fuimos dejando de lado al resto y nos trenzamos en algunas posturas respecto al feminismo, me di cuenta que a veces soy de cambiar mi punto de vista muy rápido mientras que otras personas permanecen muy seguras de ciertas barbaridades, pero que al mostrar esa seguridad y cerrarse a otras ideas, logran dar mayor fuerza y cierta validez a sus ideas.

Y admito que en el término de 30 minutos salieron algunas ideas que siguen dando vuelta en mi mente y que me dejan un sin sabor en la boca, no tanto respecto al tema sino a la postura que a veces encuentro.

En lo ajeno

De contestatario a autoritario, ¿qué sucede cuando un grupo oprimido llega al poder? Cuando hay diferencia de ideas, ¿se aceptan los concensos o se es opuesto sobre todo por la posición en que te dejan tus palabras? ¿Qué es lo políticamente correcto? Tenemos verdadero entendimiento y búsqueda de equilibrio o solo es una excusa para imponer ideas y validarlas en el contexto como excusa dependiendo de nuestra conveniencia. Es una lucha de criterios y conceptos, una falsa revolución. Esto es cada día, con cada diferencia, con cada debate, con cada discurso opuesto... el simple hecho de tomar una postura te pone en oposición a otras y en muchos casos, la tendencia es tomar una posición radical de cambiar, ni siquiera de aceptar ideas nuevas, por más buenas que sean.

Me pregunto si es tan difícil comprender a las demás personas, si daña que uno se abra a tomar lo mejor de otros y hacerlo también propio. Si todo lo hecho por la humanidad hasta ahora se toma como un legado propio por ser humano, ¿por qué seguimos diferenciándonos en otros aspectos? Si decido ser Católico pero tomar meditaciones budistas y adaptar ciertos aspectos islámicos para alabar a Dios, ¿debo ser etiquetado de ecléctico y ya no ser considerado Católico? Para mi, sólo me haría más creyente, solo sumaría, no me dividiría. Igual en política, tomar posturas o visiones ajenas, debería hacerme mejor, no volverme otro. En todo caso, podría colocarme en una posición más centrada y no tan de izquierda o tan de derecha o tan verde.

En lo personal

Las posturas que tengo vienen de mis vivencias, tienen una fuerte influencia del entorno en que vivo y me desarrollé, mi manera de abordar ciertos temas, los valores que tengo, etc. Eso implica que ya tengo un sesgo, que mi mirada y pensamiento traen ciertos juicios previos (prejuicios) en base a mis filtros... esto puede ponerme en una situación en la que me consideren "burgués" o "caviar" por mi posición socioeconómica e ideas.

Un amigo, Carlos Caballero, me comentó algo muy interesante respecto a casos de desastre naturales, que puede aplicar a muchas cosas: Has dado en el clavo de muchos aspectos que son "tratados" pero no llevados a la acción... La problemática se ha convertido en una gran mesa de debates en donde se discute lo "horroroso" de la tragedia o "de lo bonito que sería" si se aplicaran ciertas medidas. Pero NADIE, absolutamente NADIE genera el acto que favorezca a la disminución o desaparición del problema. No son malas las ponencias y charlas, pero sí son malas cuando no tienen la consecuencia lógica que es la acción. ¿Y por qué se quedan sólo en los discursos, monólogos y expresiones artísticas? Porque si pasan a la acción acabarían con el pretexto de solicitar fondos (mal llamados recursos), la expectativa mediática (vanidad combativa le dicen algunos) y la posibilidad de usar la catapulta oenegenista para intereses personales o partidarios.

En pocas palabras, la mayoría se quejara pero no hará nada al respecto. Se quejarán sin darse cuenta de la situación real, se quejarán sin ponerse en los zapatos del que juzgan, se quejarán sin pensar en proponer soluciones, se quejarán aunque no vivan esa realidad, se quejarán y se supone que eso no debe afectarnos al resto... esto hizo que antes me preguntara si esto convierte a esa gente en víctimas por el sólo hecho de ofenderse y criticar algo, que me preguntase si me hacía débil o blando el comprender y querer ayudar cuando otros no, si debía tomar la postura de ellos y cruzarme de brazos. Entonces aprendí a aceptar que no puedo cambiarles, que cambio yo, que doy ejemplo, que hago lo que me parece mejor sin dañar a otros, que mostrarme suceptible, no tan seguro y algo débil hacía que otros se sintieran mejor y no tuvieran que fingir que son seguros y fuertes.

En fin que me quedé pensando en muchas cosas y replanteando lo que sé y mi manera de actuar frente a ciertas cosas de la vida diaria.