Los procesos de aprendizaje son variados, desde las experiencias propias hasta lo que se nos cuenta, con los filtros y prejuicios que lleva cada persona. A pesar de lo cual, muchas mujeres descalifican la opinión y visión de los hombres en el tema, por el simple hecho de no ser mujeres. No importa si tu hermana o madre o amigas han vivido malas experiencias y te solidarizaste con ellas llegando a comprender la situación e investigando más para poder apoyarles. Pareciera que a veces, para algunas feministas, tienes que nacer mujer para demostrar que estás a favor de la igualdad.

Digo esto porque cada que encuentro a una mujer que se denomina feminista, incluso muchas que son profesionales, caen en cosas pequeñas que terminan empeorando el tema de poder desbalanceado, que tanto reclaman. Sus comentarios son a la defensiva, agudos, argumentos muy ordenados y sencillos, que buscan confrontar en vez de llegar a un acuerdo, ideas claras pero que pierden fuerza conforme se profundiza en el tema. Intentaré no generalizar, pues no he podido hablar del tema con todas las mujeres, sólo algunas, además de los casos vividos, oídos, y textos leídos.

Aborto (o no)

Hablar de la decisión de las mujeres abre de frente el tema del aborto, en cuyo caso estoy a favor ante la violación, siempre y cuando haya más herramientas y opciones para las mujeres que la simple decisión de perder una vida, sea que la consideren un extensión de su ser o una vida ajena, ambos casos muy debatibles. Para muchas con las que hablé, el tema es simple: se debe aprobar la ley para evitar muertes. Para mi resulta simplista y una manera superficial de arreglar el tema para ganar aceptación política.

Es verdad, muchas mujeres que buscan abortar terminan muriendo, por eso mismo creo que debemos ver que otras opciones pueden tener, que situación viven y cómo evitar que terminen embarazadas. Decir que es tonto pensar en soluciones a largo plazo o lo idealista que es creer en un cambio de políticas de educación, es lo peor que he oído de algunas mujeres feministas. Es derrotista y mediocre. Se debe apostar con visión a corto, mediano y largo plazo, de lo contrario las medidas inmediatas no tienen sentido pues el problema que las genera persiste.

El problema se inicia por violaciones, por inseguridad, por falta de educación y por el rechazo/crítica de la sociedad, que en muchos casos ya no viene de hombres, que callan por temor a ser tachados, sino de otras mujeres. No tengo cifras, no es en todos los casos, no es en todas partes, no generalizo, pero es un hecho visible e innegable. Mujer que es violada no sólo no denuncia (ya oímos casos de policias que se burlan cuando lo hacen), sino que no lo dice por temor a ser tachada y rechazada, incluso por su propia familia y amigos.

Cuando menciono esto, la respuesta es que los hombres tienen la culpa, que hay mujeres machistas pero que no es el tema. Continuo y menciono que hay la opción de dar en adopción, a lo que saltan las críticas como si fuera un argumento religioso (aún siendo lógico) y se ve un claro rechazo a ver opciones. Para ellas la mujer tiene todo en contra y la única solución es abortar. Me suena a intereses de por medio, así que propongo que primero se hagan más seguras las calles, que haya mejor iluminación, que se favorezca el uso de espacio público para fortalecer la identidad y lazos de los vecindarios, lo que genera risas y me vuelven a decir iluso de manera sutil.

Coherencia (¿o continuismo?)

De alguna manera algo que me nciono erróneo lleva a volver al tema de definición. Uso un argumento muy usado, que no debí mencionar, sobre que en vez de llamarse "feminismo" debió ser "igualitarismo" o algo diferente. La respuesta también fue parametrada y usual: "si buscas en el diccionario verás que...". Replico que no se trata de ver como se autodenominan porque el diccionario no me dirá los avances, logros, tropiezos y críticas del grupo, a lo que la dúplica se va por el lado histórico: "debes comprender que se trata de un movimiento social que se inició por los problemas de diferencia de poder, como el indigenista, al cual no llamamos igualitario porque se trata de un caso específico".

En este punto no se logro mayor avance porque ambas posturas son correctas siendo la dúplica la de mayor peso, pero el punto es que aunque argumentamos, no veo que lleguemos a acuerdos ni soluciones reales. Continuo con el hecho de que si bien los derechos no son respetados ni la ley se aplica como se debe, hay progresos y que el desequilibrio de poder también trae problemas a quienes abusan de él, pero que hoy hay más oportunidades y la balance de poder está cambiando.

Por primera vez llegamos a un punto en común, aunque es obvio que ninguno quiere que las mujeres mueran ni tengan menos derechos, pero acordamos en que el abuso de poder trae desventajas para ambos lados. Sin embargo, recibo un gran "pero" que indica que las mujeres antiguamente no tenían derecho a voto ni a ciertas posesiones ni a un divorcio justo, lo que podía dejarlas con la responsabilidad de los hijos y sin educación ni dinero, en la nada. Antes de poder rebatir la idea, se me recuerda que esto sigue sucediendo en el interior del país y en otros países. Esquivo y por reflejo, suelto sin pensarlo mucho que, ese argumento solo retrasa llegar a acuerdos y soluciones concretas pues la mayoría sabe que en el interior se vive una realidad difícil, pero que está amarrada a otros temas sociales, económicos, incluso ambientales.

Me alejo del tema y me recuerdan que no es el punto, respondo vagamente con que no siempre se está de acuerdo con todas sus posturas pero que por ello no soy antifeminista y mucho menos machista. Arremeten calificándome de ignorante y machista por tamaña respuesta, pues para ellas estoy parcializado y soy una clase de miope por no ver que el antifeminismo es igual que el machismo. Aquí ya doy por perdida la comunicación pues veo que si no estoy a favor de lo que digan, sólo estaré en contra, que no hay posiciones alternas o neutrales. Es todo o nada.

Otros casos (o los mismos)

Intento calmar las cosas y llevar esto a una situación que no me desfavorezca, que nos permita lograr un acuerdo que termine en un debate de iguales nuevamente. Fracaso rotundamente. Propongo que veamos que sucede si llegamos al acuerdo de dar el derecho a la mujer de hacer lo que quiera con su cuerpo, que no veo en qué evita que muchas mujeres sigan siendo maltratadas, violadas, calladas, asesinadas y demás horrores. Vuevo a ser un obtuso que no quiere evitar las muertes de las mujeres.

Menciono los casos de Argentina y España que revisé y conozco, donde dar este derecho ha generado que las madres solteras (y padres) minimicen la irresponsabilidad de sus hijas e hijos con un simple aborto y que en muchos casos nunca se le informa al varón que ha de ser padre. Me señalan diciendo que soy retrogrado por insinuar la idea de que una mujer necesita a un hombre para formar una familia y que finalmente la mayoría de varones se casan a la fuerza y eso genera más violencia y problemas. Siento que hablo con una representante de la empresa de fármacos abortistas en vez de una profesional con la cuál lograr una solución como juntarnos a dar charlas de educación sexual en los colegios y explicarles lo importante de poner límites, cuidarse y mostrar un consentimiento/rechazo claro.

Regreso con que la frase de "sus cuerpos, sus decisiones" suena permisivo y algo indiferente con la realidad machista que ella misma me propone. Regreso al argumento que buscaba: hoy, países de Europa como Islandia y Reino Unido, están a favor del aborto, que sumado al avance tecnológico para reconocer problemas de salud o alteraciones genéticas, han generado que disminuya drásticamente la población de personas con Síndrome de Down a pesar de tener políticas y oportunidades a favor de personas con habilidades diferentes. Aparentemente no me explique bien porque no comprenden que tiene que ver esto con el tema.

El tiempo se acaba pero no hay acuerdos, no hay soluciones, no hay apretón de manos ni la idea original de dar charlas gratuitas. Lo peor es que se acaba la simpatía. El respeto y admiración mutuo desaparece por la presión de ser feminista o no serlo, de ser hombre y no comprender lo que viven las mujeres a pesar de que inicialmente decían que podía sensibilizarme e identificarme a través de las experiencias de personas cercanas, como amigas violadas y que pasaron por abortos (naturales e inducidos). En alguna parte, se perdió todo, se dejó de lado el respeto de las ideas y posturas ajenas, el tono de voz vario de interés a incomodidad, a llamarnos por nuestros nombres con cierto desdén, y ya no hubo entendimiento, se volvió un monólogo de sordos en el que ambas partes caímos.

Me pregunto si esto alguna vez cambiará, si el feminismo se modernizará y se criticará a las mujeres que asumen comportamientos machistas y dañan a otras personas con el poder que logran obtener, o harán también algo respecto al peligro de la doble moral (double standards). Si ya no habrá más violadores, más pendencieros y aprovechados, mentirosos e infieles, pero sobretodo, si un día podremos ser medianamente iguales y tratarnos con respeto, tolerando nuestras diferencias, educando y formando con el ejemplo a todos.