Hace unos 10 años, me quejaba en un blog anterior que la gente usara la palabra blue jean para referirse a un pantalón y sánguche (derivado de sandwich) para hablar sobre un pan con lomo saltado. Muy a parte de los fastidioso que es oír quejas, estaba equivocado al criticar a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) por agregar estas palabras a su diccionario y admitir su uso.

Nuestra lengua Española, como muchas otras, está siempre en proceso de cambios y transformaciones, lo que permite la variedad de palabras y términos para referirse a ciertas cosas de maneras distintas.

Cambios constantes

En la serie documental "Hombres de Bronce", el periodista Alejandro Guerrero comenta como el escritor Ricardo Palma, miembro de la Academia Peruana de la Lengua, sustentó algunas palabras a la RAE como presupuestar, dictaminar y otras cientos de voces (minuto 34´40´´).

Sin ir muy lejos, hace poco el periodista Jaime Bedoya escribió una columna nostálgica en homenaje al fallecido cantante Juan Gabriel, donde narra el origen de la palabra "marica" como diminutivo del nombre María y de marionetas (personas manipulables), para volverse el peyorativo de afeminado y sinónimo de homosexual.

Como lo comentan en la sección "Comic Misconceptions" del canal de Youtube NerdSync, la palabra "superhéroe" es muy dificil de definir ya que no hay un criterio único para calificar a todos los superhéroes. Para algunos son personas que hacen cosas extraordinarias en situaciones extraordinarias, otros los definen dentro del contexto del comic/manga, así como héroes con super poderes.

Lo cierto esque losavances en tecnología, modas, tendencias locales y nuevas adaptaciones de otros idiomas terminen modificando, sumando y restando palabras nuevas a nuestra lengua. Las reglas están para romperse. En definitiva, es correcto cuando los lingüistas dicen que "el uso define la palabra".